Hoy llega a los cines argentinos la esperada Cuando acecha la maldad, el nuevo film de terror dirigido por el aclamado Demian Rugna. Protagonizado por Ezequiel Rodríguez, Demian Salomón, Silvina Sabater, Paula Rubinstein, Marcelo Michinaux, Virginia Garófalo y Luis Ziembrowski. Cuando acecha la maldad narra la historia de los hermanos Pedro y Jimi, quienes luego de encontrar un cadáver en el bosque descubren que en una casa vecina se encuentra un “embichado”, término que define la posesión demoniaca en el film.
No voy a andar con vueltas, estamos ante una gran película y, sin dudarlo, la mejor de terror del año. Hago notar esto porque el género de terror se encuentra en una decadencia notoria en los últimos años, entre refritos de sagas de décadas pasadas, hasta producciones que repiten la misma fórmula otra vez. En ese sentido, vemos que las producciones más pequeñas son aquellas que terminan brillando y este es el caso de Cuando acecha la maldad, teniendo el plus de ser un film argentino y teniendo los fondos económicos bastante acotados. En este sentido, podemos decir, que Demian Rugna ha exprimido todo lo que pudo los recursos dejando una obra de excelente calidad.
Demian Rugna fue quien le dio una apertura al género desde una perspectiva nacional con Aterrados, tomando muy enserio lo que muestra en pantalla y dejando de lado el humor o lo bizarro. En Cuando acecha la maldad, esto está exacerbado. Estamos ante una película dura, que no escatima en sangre ni en violencia; pero, sobre todo, sus personajes son consecuentes al verosímil que plantea ese mundo. En esta obra, Rugna, logra dar un vuelco de aire fresco al sub-género de las posesiones; acá se comporta como un virus implacable y ningún, repito, ningún, personaje está a salvo. La narrativa de Cuando acecha la maldad fluye en bloque, no es de esas películas que avanzan en un in crescendo, tampoco tiene bajones de tensión. Desde el primer minuto hasta el final mantiene el mismo ritmo de tensión y de sorpresa (que son muchas). El ambiente rural es otro gran acierto ya que el campo funciona como un personaje que crea atmosfera de soledad en el vacío de la extensión. Otro gran punto a favor son los efectos prácticos que maneja la película dando mucho más realismo del que el CGI nos tiene acostumbrados, sin contar que la violencia es explicita y sin cortes.
Sobre el nivel de actuación nos sacamos el sombrero ante la dupla de Ezequiel Rodríguez (Pedro) y Demian Salomón (Jimi) quienes cargan con todo el peso del film, algo similar ocurre con el veterano Luis Ziembrowski, pero su personaje tiene menos tiempo en pantalla. Sin embargo, no todos los secundarios están a su nivel, por lo cual hay momentos que se nota el desbalance interpretativo. También se agradece que el guion no tome de estúpido al espectador, acá iremos reconstruyendo la historia a medida que avanza el metraje, dejándonos preguntas y haciéndonos pensar en lo que acontece en ese mundo despiadado. Sobre esto hay algo que no le juega a favor, esto es lo que en la película llaman las siete reglas, ¿Dónde está el inconveniente? En que muchas veces esas reglas no se respetan y algunos personajes las rompen aun sabiendo las consecuencias. Sin embargo, estos puntos negativos no opacan en lo más mínimo el producto final.
En fin, Cuando acecha la maldad es una cita obligada para los amantes del género y su visionado en el cine local es necesario para que más obras de este tipo tengan la cantidad de salas que les corresponde. Eso sí, no esperen una película amable, estamos ante el más crudo horror.
9/10