Si hay un actor que divide las opiniones en la actualidad es Tom Holland. Acusado de ser extremadamente figuretti y de estancarse como Spider-Man, otros lo defienden a rajatabla como una de las grandes promesas de la actuación. Y otros admitimos que es un buen actor, que debería salir de su zona de confort más seguido. Como lo hace en The Crowded Room.
Holland da vida a David, un joven atormentado tanto en su casa como en el colegio, que decide irse a vivir con un vecino y otra chica que también encontró refugio en ese lugar. Tras un intento de asesinato fallido hacia alguien que aún no sabemos, David será llevado a juicio, develando que sus traumas internos son mucho peores de lo que imaginábamos.
Si, estamos ante una serie que mezcla un caso policial, con la salud mental de las personas. De hecho, al final de los diez capítulos que componen The Crowded Room, veremos un cartel donde se nos pide que solicitemos ayuda si sufrimos o vemos casos de abusos. En ese sentido, el programa es bastante consciente que toca un tema muy complicado. Y lo hacen con bastante altura.
Y en ese sentido la actuación de Tom Holland es lo que sostiene la serie. No solo por ver lo que logra cuando la trama lo exige y da un giro; sino que a través suyo podemos ver todas las emociones que va transitando su personaje, volviéndolas creíbles. Gran trabajo por el actor inglés; que, por desgracia, no está tan bien secundado como podría esperarse.
Si bien en el elenco podemos ver a gente como Amanda Seynfried o Jason Isaacs, que son interpretes decentes, salen tan escasos minutos, o son exigidos tan poco, que apenas tiempo para mostrar su talento. Lo dicho, es el show de Tom Holland.
Tampoco creo que los diez capítulos ayuden, ya que hacen que la serie se extienda sin necesidad, llegando a poner a prueba la paciencia del espectador. Con esto no digo que se torne aburrida, pero si que el gran giro sea puesto demasiado cerca del final, mientras que antes de ese plot twist, la trama se vuelve un poco redundante.
En conclusión, The Crowded Room es una serie recomendable. Tanto por los temas que toca, como por la actuación del actor principal, que como dije, demuestra que es mucho más que un muchacho que le gusta llamar la atención frente a las cámaras.
8/10