El cine que usa la animación da para todo. Pueden entregarnos historias muy profundas, que apuntan a un público adulto. Tramas reflexivas sobre el paso del tiempo; pero también, por lo general, nos olvidamos que a veces no viene mal que solo sirva como un medio para entregar películas al público infantil, como es el caso de Los rescatadores: regreso al planeta Tierra.
Vamos a un mundo donde los animales antropomórficos existen. En especial un oso fanático del helado, que no para de meter la pata en el bosque donde vive. Su amigos y vecinos ya medios cansados de su torpeza, se proponen a desterrarlo, pero todo cambia cuando una nave espacial con un simpático extraterrestre llega al lugar.
Como bien dije, esta película apunta al público más pequeño de la casa. Y esto lo digo por varios motivos, como, por ejemplo, su animación. Sabemos que hay productoras aparte de Disney, Dreamworks, Ilumination o Laika, que no cuentan con los mismos recursos que las ya citadas. Y aun incluso esas empresas, últimamente viene mostrando unos diseños bastante genéricos y pocos amistosos a la vista, así que, en ese sentido, Los rescatadores: regreso al planeta Tierra tampoco es que destaca ni para bien, ni para mal.
Pero vayamos a la historia. Estamos ante la clásica narrativa donde nuestro protagonista parece torpe (demasiado en este caso), pero que encuentra un valor interno a medida que pasa la aventura, mientras se hace amigo de alguien que jamás hubiera pensado que podría tener química. Y si bien ese relato lo vimos cientos de veces, sigue siendo importante que aún se haga, para que los más chicos tomen de ejemplo estas películas, sin complicarse tanto.
Poco más podría agregar sobre Los rescatadores: regreso al planeta Tierra. Si, es muy simple, pero eso no la hace mala, sino que la hace para un público muy específico, al que desde hace treinta y cinco años ya no pertenezco. Pero si tienen chicos en la familia que, si rondan entre los tres y cinco inviernos, es una película ideal para ellos.
6/10