Luego de los cinco años ocurridos tras el chasquido, y la posterior derrota de Thanos, Peter tiene que re acomodarse a su vida estudiantil; y es por eso que se organiza un viaje a Europa con todos sus compañeros. Lo que parecían unas vacaciones idílicas, se complican cuando unos misteriosos seres se hacen presentes, así como un extraño súper héroe que los combate.
Tras la buena aceptación que tuvo el nuevo Hombre Araña, era obvio que los amigos de Disney y Marvel iban a hacer una nueva saga; así que, sin tardarse demasiado, llega a nuestros cines Spider-Man: lejos de casa; film que por desgracia repite todo lo buen pero a la vez refuerza todo lo malo que ya vimos en la anterior entrega.
Hablando de este último apartado, desde ya tenemos que decir es que si no les caían bien los secundarios de la pasada película (es decir, todo lo referente a la escuela de Peter), la primera media hora de Spider-Man: lejos de casa se vuelve insoportable. Si, como leyeron, treinta minutos de personajes sin carisma, sin química entre sí (alarmante lo de Zendaya con Holland), y con el agregado de dos profesores comportándose como histéricos y siendo más infantiles que los propios adolescentes. Y todo este tramo, se supone que es la parte graciosa del film, así que suponemos que más de uno, más que risas, va a estar bostezando.
Así es, Spider-Man: lejos de casa no peca de sobredosis de humor como podía pasar en las entregas de Ant Man, o de gags infantiles como en Thor: Ragnarok; sino que simple y llanamente, el nivel de comicidad en base a dichos personajes tan planos, no resulta gracioso. Al menos para quien les escribe.
Eso sí, cuando entra en acción Misterio, el villano, el film pega un subidón que va a sacar del sopor a cualquiera. Nuevamente el enemigo del trepa muros levea las cosas para arriba, y nos dan una persona compleja, con motivaciones reales y creíbles, y que nos hacen pensar que tan errado está en su visión del mundo. Y en este sentido, que el actor elegido sea Jake Gyllenhaal, ayuda bastante.
Y no solo lo decimos por la buena actuación de Gyllenhaal, sino porque todas las secuencias donde vemos involucrado a Misterio, son de un despliegue visual asombroso. Las ilusiones son originales, pero por, sobre todo, creíbles, dando una buena excusa para ver el film en 3D o IMAX.
Pero como mencionamos, para llegar a esto, tenemos que tragarnos media hora de personajes mediocres y con casi nula conexión con el público, y es por eso que Spider-Man: lejos de casa no termina de despegar. Por desgracia estamos ante un film mediocre, que, si no fuera por su protagonista y el villano, sería una cinta del montón y olvidable. Demasiado poco para una película que, en teoría, era el punto final a la Fase 3 de Marvel. A esperar que, en la tercera entrega, ya no veamos a varios de muchos de estos secundarios, y nos centremos en otro aspecto de la vida de Peter Parker.
