After. Aquí acaba todo es la quinta entrega de la franquicia basada en las novelas de Anna Todd, y Castille Landon se ocupa nuevamente de la dirección. Así como también una vez más está protagonizada por Hero Fiennes Tiffin como Hardin Scott, acompañado de Mimi Keene, Stephen Moyer y Josephine Langford, entre otros.
La historia arranca con la discusión entre Hardin Scott y Tessa Young (Keene) que pone fin a su relación debido a que publicó su historia de amor en la novela After. Lo que lo lleva a viajar a Lisboa para encontrarse con Nathalie, una joven con la que decide enmendar el mal comportamiento que tuvo con ella en el pasado.
En primer lugar es necesario aclarar que el principal problema de esta película, al igual que el resto de la saga, es su estética publicitaria, en la que se resalta especialmente la belleza de la ciudad de Lisboa, lo que no sería malo si estuviera integrado a la historia, en lugar de convertirse en un fin en sí mismo. Y abusando además de la cámara lenta en las escenas eróticas, inverosímiles e incluidas en la trama de manera forzosa.
Un párrafo aparte merece el trabajo actoral de Hero Fiennes Tiffin, cuya juventud vuelve verosímil su tanto su crisis amorosa y su alcoholismo, porque es algo que puede resultar propio de su edad, repitiendo hasta el cansancio el uso de flasbacks con escenas de las entregas anteriores. Pero no así su faceta de escritor que padece la angustia de la página en blanco, ya que tanto su inexpresividad como sus líneas de diálogo cursis, sumado a los ambientes glamorosos donde se mueve, desentonan con el estereotipo de intelectual bohemio.
En conclusión, After. Aquí termina todo, es un melodrama, que claramente apunta al público joven, pero deja afuera al resto. Desaprovechando una idea interesante, con una puesta en escena publicitaria y diálogos cursis que muy probablemente hagan olvidable la franquicia una vez que pase de moda.
4/10