Un matrimonio de clase media (¿qué era eso?) lleva cuarenta y seis años de casado; su vida transcurre en una cotidianidad acomodada con visitas a cenar de las hijas adultas y un viaje anual a Rodas. Todo empieza a cambiar con la aparición de un maserati que bloquea su espacio de estacionamiento en el edificio: será del nuevo ocupante del pent-house del último piso.
La pareja se ve revolucionada por la novedad: Itzik (Lior Ashkenazi —que en la versión israelí de Casados con Hijos hizo el mismo personaje que Francella—), un cincuentón canchero y de plata, los invita a disfrutar de música y bebida en su departamento para compensar el incidente.
A partir de allí, Meir (Sasson Gabay —de la peli La banda nos visita y la serie Polishuk—) y Tova (Rita Shukrun —actuó en Basic training, una miniserie sobre el entrenamiento básico en el ejército israelí) buscan relacionarse con el nuevo personaje, quien suele hacer fiestas con modelos donde corren el alcohol y otras sustancias y se hace karaoke.
La película nos propone entrar a un mundo que no está muy retratado y dejando los clichés de lado; los protagonistas son mayores de sesenta activos y dispuestos a hacer cambios en su vida. El resultado es una comedia lenta (no hay gags constantes) , medio agridulce, medio historia de iniciación (después de la mediana edad), muy buenas actuaciones y elementos que al público argentino le podrán resultar un poco bizarros.
El karaoke, por ejemplo, yo lo asocio más a fiesta de fin de año con compañeres de trabajo desafinando que a una reunión de gente cool en pose. Lo mismo me pasa con la verosimilitud de un maestro en sabático viviendo en tremendo departamento. Pero bueno, son diferencias sociales y culturales que nos permiten ver películas de otros lados del mundo.
En este sentido, hay que decir que lo que llega acá por lo general ha tenido bastante circulación en su lugar de origen o en circuitos internacionales. En este caso, Karaoke obtuvo varios premios en Israel y fue nominada en 2022 a mejor película extranjera en el Festival de cine de Tribeca.
El primer largometraje del guionista y director Moshe Rosenthal plantea, según sus propias palabras, “preguntas profundas sobre la identidad, el matrimonio y los roles de género a la edad de la jubilación”. Para ver sin esperar obtener un panorama de conflictos sociales ni políticos (y por qué pedirle todo eso a una película); y sin embargo, encontrarse con algo igualmente interesante.
7 /10
https://www.youtube.com/watch?v=mIh07aje6rE