Si hay un escritor bastante prolifero a la hora de recibir adaptaciones a los medios audiovisuales, es Neil Gaiman. De hecho, solo hace falta echar una mirada hacia atrás este mismo año, para ver el furor que fue Sandman. Así que hoy vamos a hablar de una novela suya que tiene su versión en película. Vamos a comentar Stardust.
En el libro, conocemos la historia de Tristran Thorne, quien tras nacer bajo extrañas circunstancias, pareciera tener un talento natural para percibir algunos hechos mágicos que suceden alrededor del pueblo de Muro. Tras jurarle a su amada que va a traerle la estrella fugaz que acaban de ver pasar, su aventura dará inicio.
Bien al estilo de Neil Gaiman, estamos ante un cuento de hadas, pero bajo su particular punto de vista; en el que las historias que podríamos tildar de clichés, toman ciertos giros y elementos que le dan ese salto de particularidad que hace tan identificables a las obras del escritor y guionista británico.
Es entonces como veremos brujas que no van con el imaginario popular de ancianas con nariz puntiaguda y verrugas que son malvadas, ni doncellas que se entregan al amor del gallardo caballero que le hace una promesa. De hecho, cada vez que se juega con algunos de estos tópicos, se los ridiculiza al extremo; pero siempre jugando con la posibilidad de que la magia exista en nuestro mundo, ya que se nombran ciudades reales como Londres, por ejemplo. Es como un “hace mucho tiempo, en…”
A esto hay que agregarle el carisma de los personajes. Tanto nuestro Tristran Thorne (que aparece bien entrada la novela, hasta entonces pensábamos que seguiríamos la historia de su padre), como Yvaine, destilan carisma a cada renglón que los conocemos. En este sentido podemos decir que, si no los atrapa la historia, o el estilo implementado por Gaiman, lo van a hacer sus personajes.
Y como detalle final, vale aclarar que la novela es bien corta, durando apenas unas doscientas quince páginas en la edición que yo tengo (la de Rocabolsillo). Así que si son de leer rápido como quien les habla, en máximo tres días van a liquidar Stardust.
Ahora tengo ganas de volver a ver la película (llamada Stardust, igual que el libro, que nos llegó sin ninguna traducción en su título). Así que si les interesó la novela y quieren saber las diferencias con la cinta filmada por Mathew Vaughn, en menos de un mes van a estar recibiendo la reseña. Mientras tanto, disfruten de la obra de Neil Gaiman.
8/10