Y llega a su fin una serie que desde sus inicios le tenemos aprecio, ya que se centraba en uno de los personajes más queridos del universo de Breaking Bad, Saul Goodman. Así fue como vimos sus inicios y nos enteramos que se llamaba Jimmy McGill, de su relación con la también querida Kim, la pelea con su hermano Chuck y por fin, sabríamos qué fue de él tras la muerte de Walter White.
Antes de que sigan leyendo, vale aclarar que esta nota va a estar plagada de spoilers, tanto de esta serie, su temporada final, y obviamente, Breaking Bad.
Aclarado eso, vale decir que fui uno de los que más se quejó por la decisión de dividir esta temporada final en dos, subiéndose al carro de Stranger Things, Ozark, Peaky Blinders y muchas otras series que, con tal de estirar el chicle, nos hacen esperar como unos imbéciles. Imagínense lo que padecieron los fans de Attack on titan…
Pero esto resultó ser de lo mejor para esta temporada final; ya que cuando volvimos del párate, la trama de Better Call Saul llegó a su final casi de inmediato, dejándonos un mínimo de cuatro capítulos finales libres para contarnos un epílogo no de esta serie, sino del universo Breaking Bad, situándose incluso después de esa mediocre película llamada El Camino, y que gracias a ese cuarteto de episodios, ahora tiene más valor.
Y la verdad es que esos cuatro episodios, aparte de ser un regalo para los fans, fueron una sorpresa tras otra; en especial con el desenlace del personaje de Jimmy McGill, que lejos de copiar lo hecho en la ya citada BB, acá fueron para otro lado, buscando algo más justo y a la vez coherente para lo que fue este personaje que tenía de encantador, lo mismo que estafador.
Y para resaltar el término encantador, también tenemos que hablar de Bob Odenkirk, quien se robó el show desde el minuto uno con su carisma. Todos sonreímos con sus estafas, pero porque no las padecemos en carne propia; así que tiene doble mérito el trabajo del actor para hacer querible a un ser tan despreciable. Que, por suerte, no estuvo solo.
Es una pena que recién ahora conozcamos a Rhea Seehorn, quien da vida a Kim. Esto lo decimos porque la actriz, al menos en esta serie tiene un talento brutal, que seguramente también desplegó previamente en otros proyectos, que al menos quien les habla, desconoce. Pero sí puedo decir que Kim va a quedarse en el corazón de los seriefilos por muchos años.
Para no extendernos más, Better Call Saul termina siendo una de las mejores series de los últimos años, haciendo lo difícil: dar un final acorde a lo que venía contando. Para otro día quedará la discusión si es mejor que Breaking Bad, aunque la verdad, eso es lo de menos; lo importante es saber disfrutar del universo que nos regaló Vince Gilligan.
Puntaje para la serie: 8.5/10
Puntaje para la temporada: 9/10