Cuando una historia se convierte en leyenda, sus interpretaciones son válidas, siempre y cuando las aceptemos como tal.
En el caso de Drácula, la versión de la BBC estrenada en los primeros días de 2020, le otorga un nuevo significado, desmitificando otros, con un giro argumental interesante para justificar el concepto de la inmortalidad, a lo largo de 3 episodios de 90 minutos cada uno, escritos por Mark Gatiss y Steven Moffat.
Empezando por LAS REGLAS DE LA BESTIA (dirigido por Jonny Campbell), la historia sigue el mismo curso que la novela homónima de Bram Stoker, donde podemos apreciar en profundidad a los personajes y con ligeros cambios que podrían ir más hacia lo teatral.
Mientras tanto, en NAVÍO SANGRIENTO (dirigido por Damon Thomas) tenemos un desprendimiento. Este capítulo, siendo los mismos productores de la serie Sherlock, parece sacada de un policial, con la diferencia que sabemos de antemano quién es el asesino. Sin embargo, el camino vuelve a enderezarse hacia el último tramo.
Este enredo sobrenatural finaliza en LA BRÚJULA TENEBROSA (dirigido por Paul McGuigan) con un salto temporal al presente. Aparecen los personajes faltantes y el misterio culmina de la forma menos pensada, aunque original (si se tiene en cuenta otras variantes).
Ahora, yendo a los detalles técnicos, el formato de imagen es de 1080i (calidad HD) cuyos tonos sepia y fríos van acorde al género y al “cine de época”, en cambio para el cierre de la miniserie toma otros tintes. Los compositores son David Arnold y Michael Price, se destacan las actuaciones de Claes Bang como el Conde, Dolly Wells como Van Helsing, John Heffernan como Jonathan Harker, Morfydd Clark como Mina, Lydia West como Lucy, con las participaciones especiales de Jonathan Arias como el Capitán Sokolov, Matthew Beard como Jack Seward, Paul Brennen como el Comandante Irving y Alec Utgoff como Abramoff.
Por último, pero no por eso menos importante, si te interesa esta propuesta, se encuentra disponible en el catálogo de Netflix.
8/10