Si hay una saga que fue bastardeada debido a las constantes secuelas cada vez peores que fue recibiendo, es Depredador. Y eso que las Alien vs Depredador están fuera del canon, porque si lo estaban, la cosa sería aún peor. Pero cuando se anunció un proyecto donde nuestros queridos yautjas nos visitaban amistosamente en la época de los nativos americanos; la cosa pintaba interesante. Veamos que tal salió Prey.
Como dijimos, la historia se sitúa hace un par de centurias atrás, en especial en una comunidad comanche, que vive en la cercanía tanto de unos invasores franceses, como del lugar donde un depredador decidido cazar humanos.
La historia como verán es muy simple; mostrándonos a un grupo de personas bastante aislada de las grandes urbes, que son acechadas por los cazadores espaciales favoritos del cine. Y hacer esto, es decir, un proyecto tan minimalista, fue todo un acierto, porque se sintió como que se estaba volviendo a las fuentes, poniendo la acción en un ambiente natural, donde nuestros protagonistas tenían pocos recursos. Y si a eso le sumamos que tanto ellos, como el yautja tampoco tenían demasiada tecnología a su alcance; hace aún mejor a Prey.
Aparte de que, desde la propia Hulu, se preocuparon por sacar una versión doblada al comanche, algo que le da muchísima más ambientación a la película; y que corrige el error visto en los trailers donde todos hablaban en un perfecto inglés yankis moderno. Un claro ejemplo de como saber arreglar las cosas sobre la marcha, escuchando los comentarios del público potencial.
Pero hablando en si de lo que tenemos en pantalla (o más bien, en el televisor/monitor). Una de las mayores quejas que se le achaca a Prey es que la protagonista logra hacerle frente a un ser que la dobla en altura y triplica en peso. Pero si prestan atención, desde el minuto cero se nos establece que ella es una gran guerrera que siempre fue tirada a menos por su propia gente; teniéndola sólo como una sanadora más, y no alguien que podría liderarlos en combate o preparar estrategias. En ese sentido, toda la información necesaria se nos da; solo queda en nosotros si la tomamos o no.
Y por suerte la protagonista está a la altura. La verdad que el trabajo de Amber Midthunder es muy bueno, y al menos a mí me gustaría seguirla viendo en proyectos similares, porque el rol de bad ass le salió bastante bien. Es una pena que ella sea el único personaje con desarrollo de la película.
En conclusión, Prey es una grata sorpresa para todos aquellos que dábamos la saga como muerta. Con un gran trabajo de su director, Dan Trachtenberg, se nos da quizás la segunda o mejor entrega de Depredador. Pese a sus limitaciones técnicas (ese cgi) y lo minimalista de la historia, estamos ante una de las sorpresas del año.
8/10