Y llega el final de la tercera temporada de The Boys, catalogada por muchos como la mejor hasta el momento; y si bien tiene alguna que otra cosa en contra, dicha afirmación no es para nada errónea. Así que, sin más palabrerío, empecemos con esta reseña.
La trama nos sitúa tiempo después de lo visto en la segunda temporada, con Hughie tratando de combatir a los súpers pero de forma legal; por el momento. Mientras, Butcher se entera de la posibilidad de que Soldier Boy, un super héroe de guerra, siga vivo, y de que puede ser de los pocos capaz de plantarle cara de forma letal a Homelander.
Como bien ya íbamos viendo, la serie estaba creando su propio camino, alejándose de los comics y utilizando solo elementos de los mismos. Esta temporada es la prueba de eso, y de que aparte, los guionistas contextualizaron la historia a los tiempos que corren, utilizando elementos actuales. Como por ejemplo las redes sociales.
Esto se nota en Annie/Starlight, quien como mejor arma tiene su influencia en las redes, más que sus propios poderes. Y si, entendemos que este personaje por gran parte de la temporada, se vuelve insoportable de lo mojigata que es; pero es que en un universo donde hay tanto superhéroes inescrupulosos, una verdadera heroína tenía que existir. Por suerte con el paso de los episodios su rol fue mejorando.
Quien si de verdad levanta mucho como personaje es Hughie. Ya no es el tonto del grupo, ni la brújula moral castrosa, de hecho, en más de un momento lo vemos ponerse al nivel de bad ass de Butcher. Buena escritura de guion, y buena interpretación de Jack Quaid. Pero quienes de verdad se vuelven a robar toda la función son Homelander/Antony Starr y Butcher/Karl Urban.
Su enemistad sigue escalando a pasos agigantados, y el hecho de introducir cierto elemento en la serie, hace que esta riña empiece a ser equiparada. Gran actuación por parte de ambos, que con el añadido de Soldier Boy/Jensen Eckles, sube aún más la tensión. De hecho, este personaje, al igual que Stormfront en la temporada pasada, es quien se roba todos los focos. Ojalá que sigamos viendo más de él.
Para terminar con las cosas positivas, vale mencionar la notable subida de presupuiesto. Y esto se nota en las peleas entre gente con poderes; algo que ya muchos veníamos reclamando, porque hasta el momento, salvo la sacada de mugre a Stormfront, casi que no tuvimos confrontaciones. En esta tercera temporada de The Boys si abundan, y por suerte, están bien coreografiadas-
Pero como no todo es perfecto, toca hablar de lo malo. Muchas sub tramas de personajes secundarios no interesan demasiado, como la de Mother Milk y su hija siendo criada por un pro Homelander. E incluso algunos de estos personajes, como Frenchie y Deep, sobran totalmente y se nota que los guionistas no saben que hacer con ellos para justificar su presencia en la serie. Suponemos que a medida que avancemos hacía el final (con una cuarta temporada confirmada), vamos a ir viendo como se van o los matan.
En conclusión, la tercera temporada de The Boys cumplió con lo que prometió. Incluso se dio el lujo de trolearnos con un capitulo en el que esperábamos ver una gran orgia, y terminamos viendo la batalla más épica del momento. Bravo, así se hace una serie de superhéroes.
8.5/10