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Retro review: Demon Slayer: El tren del infinito

Luego de ver la primera temporada de Demon Slayer (link descarado clickeando acá), sabía que tenía que seguir con la película, que funciona como intercuela con la segunda temporada. Así que, sin más palabrerío, veamos qué tal está Demon Slayer: El tren del infinito.

La historia se sitúa en el mismo momento donde termina la primera temporada; con nuestros tres cazadores de demonios abordando el tren. Pero en el mismo, viaja no solo uno de los Pilares de los que deben aprender tanto, sino un peligroso demonio que va a exigirlos como no lo hizo ninguno hasta el momento.

Demon Slayer: El tren del infinito podría entenderse como una película, o como un capítulo de más de hora y media, ya que es obligatorio verla para poder entender cómo avanza la trama del anime. Y lo decimos en serio, esto no es como las viejas películas de Dragon Ball donde presentaban personajes nuevos pero que la historia no se modificaba en nada; así que, si pensaban salteársela, no lo hagan.

Aclarado esto, vale decir que el nivel se mantiene. Y no solo lo decimos por la animación (que tiene una leve mejoría, a lo ya bien que se veía antes); sino tanto por las secuencias de acción, así como la historia. En el primero de los casos, se nota que tenían la posibilidad de hacer todo más espectacular, y lo hicieron. Y en el otro, ahora lo explicamos mejor.

Los Pilares habían sido introducidos en el tramo final de la primera temporada, pero en Demon Slayer: El tren del infinito vemos el verdadero poder que llega a tener uno de ellos, y lo vitales que son a la hora de no solo enfrentarse a los demonios, sino como fuente de inspiración para los jóvenes cazadores; fomentándolos a mejorar y superarse a sí mismos.

Aparte que a esta altura, ya vemos muy establecida la relación entre Tanjiro, Nezuko, Inosuke y Zenitsu, funcionando a la perfección (dentro de lo posible, y sin perder el humor) como equipo, con cada uno de ellos aportando algo para la victoria final, o para hacernos reír con las tonterías que hacen y/o dicen.

En conclusión, Demon Slayer: El tren del infinito es una película bastante continuista. Pero esto lo decimos en el buen sentido, porque lo que teníamos antes, era muy bueno. Quizás no innova demasiado, pero no importa, ya que, si les gustaba el anime en su primera temporada, con esto les va a dar ganas de ver la segunda de inmediato.

 

8/10

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