Volvemos a traer una reseña literaria, y después de bastante tiempo, retomamos a mi escritor favorito, Stephen King. Pero esta vez, pese a estar ante una historia con elementos sobrenaturales, no estamos ante una novela de terror. Así que sigan leyendo y entérense de qué trata Joyland.
La historia sigue a Devin Jones, un joven que en los 60, en pleno periodo vacacional de la universidad, entra a trabajar en un parque de diversiones mientras su vida amorosa se cae a pedazos. Ese verano va a conocer las sales del amor, el desamor, nuevas amistades, y en especial, un acercamiento con un espíritu que ronda por las atracciones.
Recuerdo que este fue uno de los primeros libros con los que empecé en la obra de Stephen King, y fue por ese motivo que no me había gustado. Y es que lo empecé buscando encontrarme con literatura de terror en su estilo más puro; pero en cambio, estamos frente a un coming of age pero con un factor sobrenatural; es decir, no me tope contra una mala novela, sino que fui buscando otra cosa y no supe apreciar Joyland en su momento.
Si van con la mente abierta, van a terminar conociendo una de las obras más pequeñas y a la vez humanas escritas por el Maestro del Terror; ya que todos en algún momento tuvimos 21 años, y todos pasamos por experiencias dolorosas como el protagonista; así que no va a ser difícil identificarse cuando ande penando por el fin de su primera relación, o cuando conozca a los amigos que va a tener de por vida. En este sentido, King crea a un personaje principal cercano a todos.
Aparte de que nos va a resultar bastante simple poder meternos en época; porque el hecho de que todo pase en un parque de atracciones, nos va a remitir a una década en especial, por más que no la hayamos vivido; pero que, si sabemos que existió y, por ende, las cosas funcionaban bastante distinto a como son ahora. En especial, con la limitada tecnología que había por ese entonces.
En cuanto a la escritura, nada nuevo bajo el sol. King vuelve a recurrir a su estilo ágil, donde la trama siempre está avanzando, al mismo tiempo que nos describe a los personajes (tanto física como mentalmente) y el lugar donde se sitúa la acción en ese momento. Si ya leyeron algo suyo, sabrán a qué me refiero.
En conclusión, Joyland es de las novelas más infravaloradas de Stephen King. Siendo muy emotiva por tramos, atrapante por otros, y humana en su totalidad, es una recomendación segura si están buscando un drama con tintes de policial y una dosis de sobrenatural.
8/10