Si hubo una película que levantó polémica el año pasado, fue Benedetta. Los rumores sobre una historia que giraba en torno al lesbianismo de una monja, y que encima la dirigía Paul Verhoeven, alguien que no tiene miedo en cruzar los límites; era suficiente para que todo el mundo cinéfilo tenga este proyecto en vista.
Y si, Benedetta trata de eso, en parte. La trama gira en torno a un convento en Francia en la edad media, donde se encuentra Benedetta, quien de golpe empieza a sufrir sueños con Jesús, y a padecer estigmas; al mismo tiempo que empieza un romance con otra de las monjas del lugar. Mientras, a las afueras del recinto, la peste empieza a asolar el país.
Habiendo visto la película, la verdad que es incomprensible que se desatara tanta polémica con esta película. Si, sabemos que a ciertas comunidades religiosas no les gusta que se traten ciertos temas en la gran pantalla; o, mejor dicho, que los muestren. Pero sería necio negar que dichas cosas que se quieren pasar por alto, si pasan en la vida real. Y con esto nos referimos tanto a la relación de la protagonista, como las practicas de la Iglesia en cierta época, donde, especialmente a las mujeres, las maltrataban al grado de estar casi por debajo de los animales.
Pero volviendo a la pregunta ¿Era justo tanto revuelo? Y la verdad que no. Si, tenemos una escena bastante explícita entre dos mujeres, y que siendo sinceros es así de explícita por el solo hecho de incomodar y no por narrativa; y ya. Las secuencias de tortura no llegan a un nivel grafico de violencia como se podía esperar de una película de Verhoeven. Incluso el año pasado, tuvimos a Titane, que en este sentido sí es bastante más fuerte.
Pero sacando todo este revuelo y humo, Benedetta no es un mal film. La idea de mostrar cómo se trataba el tema de las visiones y los estigmas en esa época, y cómo estos podían ser un arma de doble filo para quien los padecía; es bastante interesante. Lo mismo la forma en la que se toca el tema de la peste, construyéndolo de a poco hasta que explota al final; una buena muestra de cómo ir cimentando una subtrama para darle protagonismo cuando lo necesita.
Las actuaciones también son buenas, destacando en especial Virginie Efira en el rol principal, donde debe pasar por varias emociones al mismo tiempo que nos hace dudar de lo que le está pasando. Mención especial también para Charotte Rampling como la madre superiora del lugar y que esconde varios secretos.
En conclusión, Benedetta no es una mala película, pero por desgracia va a ser más recordada por toda la tormenta de arena que generó que por sus propios méritos cinematográficos.
7/10