Si había una película que salió de la nada a la hora de su trailer, pero que, en ese mismo momento, a la mayoría nos llamó la atención, fue Belfast, la nueva obra de Kenneth Branagh. Y ahora después de verla, solo puedo decirles que el film confirma todo lo que prometía.
La historia se centra en Buddy, un niño que vive en Belfast en plena revuelta social de los 60. A través de sus ojos veremos cómo fue crecer en ese entorno, mientras su familia intenta salir adelante.
Si, la trama puede parecer poca cosa, y más aún cuando se sabe que todo es un relato casi autobiográfico del propio Branagh, alguien que aún no cala en el corazón de los cinéfilos. Pero la verdad poco importa eso a la hora de juzgar una buena película, que es lo que tenemos frente a nosotros esta vez.
Y esto lo decimos más que nada por su historia. En ningún momento se nos muestra lo idílico que era vivir en ese lugar, pese al arraigo y cariño que le tiene nuestro joven protagonista; al mismo tiempo que jamás se nota la idealización de la familia del niño, pese a que los ama aun a sabiendas de que, si se pasa de listo, se lleva un coscorrón de regalo. En este sentido Belfast es una película mucho mejor que otras feel good movies que tuvimos este año (Ejem, King Richard).
Y todo esto que decimos a favor, se apoya en las grandes actuaciones. Empezando por el jovencísimo Jude Hill, pasando por Caitrona Balfe y Jamie Dornan, hasta cerrar por los ya veteranos Judi Dench y Ciaran Hinds. No sería raro que alguno de estos últimos cuatro se lleve alguna nominación en la futura temporada de premios.
Para cerrar con lo bueno, tenemos que hablar de la fotografía. El hecho de que todo este filmado en blanco y negro, y al mismo tiempo con steadycam, hacen que la película se sienta vieja y cuasi documental, pese a que sabemos que están mostrándonos algo ficcionado. Gran foto y muy sólida dirección de Kenneth Branagh (quien también es el guionista).
Quizás algunos puedan poner como punto negativo, que la película no tiene un punto como objetivo final, muy al estilo Boyhood; solo vemos el fragmento de la vida de un chico y ya. Y es algo válido, así que acá entraríamos ya en el gusto de cada uno; pero para quien les habla, esto no tiene nada de negativo.
En conclusión, Belfast se establece como otra de las grandes películas que tuvimos este año, y que por desgracia no tuvo (por el momento) estreno en los cines. Ahora falta cruzar los dedos para ver si después de alguna más que merecida nominación, la tenemos en las salas locales.
9/10