Un niño es testigo de como dos sicarios asesinan a su padre. Ahora se encuentra solo y deambulando por un enorme bosque de Montana, pero es ayudado por una rescatista, Hannah, no solo a escapar de sus perseguidores, sino a salir de un incendio forestal que va a acabar con todo aquel que esté en el medio.
Hoy nos toca hablar de Those Who Wish Me Dead, la nueva película de ese talentoso realizador llamado Taylor Sheridan (mente detrás del film Wind River y la serie Yellowstone), y que al menos quien les habla, es bastante fan de su trabajo. Y si eso le sumamos que iba a tener a Angelina Jolie como actriz principal, el combo perfecto estaba preparado. O eso pensaba.
Ojo, no estamos ante una mala película, pero con el talento que había, teníamos mucho potencial, que queda a medio explotar. Y quizás la gran crítica que tenemos venga por el lado de la historia. Por desgracia el guion cae en el cliché del niño que debe ser rescatado, y que, por los milagros de la vida, se encuentra con una persona que anda necesitando un acto de redención, por un hecho ocurrido en el pasado que la sigue traumando. En este caso, esa persona, tiene además todas las habilidades que el pequeñajo necesita para sobrevivir a un incendio forestal, y escapar de dos perseguidores implacables en un terreno hostil.
A esto debemos sumarle que Angelina Jolie ya no tiene su toque. Sabemos que fue una gran actriz, pero eso es tiempo pasado, y ahora es solo alguien promedio. Aparte que su extrema delgadez y algún retoque en la cara, logran que sea raro verla en pantalla y no añorar a aquella mujer que la década pasada nos dio grandes actuaciones. En este sentido, hubiéramos preferido que el personaje de Jon Bernthal sea el protagonista, aparte que hubiera tenido más sentido a la hora de enfrentarse a los villanos genéricos de turno.
Pero donde si brilla la película es en su dirección. Sheridan se vuelve mejor director a cada film que hace, y acá lo muestra. No solo porque de nuevo muestra su buen pulso a la hora de filmar escenas de acción, dejando bien en claro quien dispara a quien; sino en el uso del escenario y de la fotografía (que es para sacarse el sombrero). Todos los escenarios boscosos, sea de noche, con el fuego acercándose, o con la posterior ceniza que cae cual nieve opacando todo, hace que la película sume varios puntos.
Those Who Wish Me Dead es una buena película, pero solo eso. Con el talento que había involucrado, al menos quien les habla, esperaba bastante más. Con una historia que peca de ser simplona, solo podemos destacar la gran fotografía, mientras esperamos que Sheridan vuelva a su nivel para el próximo proyecto.
7/10