En la ficticia urbe de Ciudad Z, vive Saitama, un superhéroe con la capacidad de derrotar a sus enemigos de un solo golpe; algo bastante útil ya que el lugar está siendo invadido por diferentes monstruos; pero que deprime bastante a nuestro protagonista porque no logra tener un adversario digno. Así iremos viendo de a poco su historia, mientras se une a la Asociación de Héroes.
Ante de comenzar con la reseña; debo confesarles que, salvo los animes clásicos en Latinoamérica, quien les habla, no era mi habitué de este estilo de animación (no digamos género, que está mal implementado ese término), así que de a poco vamos a ir viendo y reseñando las adaptaciones de los mangas; y qué mejor para arrancar que la emblemática One Punch Man.
Sabemos que la premisa puede sonar aburrida, y es que ver una serie donde el protagonista casi que no tiene rivales que se le puedan oponer, parece medio soso. Y acá viene la genialidad de One Punch Man; y es que Saitama es utilizado como último recurso, siendo que, en realidad, son otros los defensores de la Tierra que dan la cara por la humanidad, mientras que nuestro héroe principal se encarga de otra cosa: ya sea que se lo tomen en serio, o fingir para que su forzado aprendiz no lo tome como un farsante.
Como no podía ser de otra forma, el humor se hace presente. Por suerte no se torna invasivo, ni demasiado infantil, y se centra casi de forma exclusiva en esta habilidad/maldición de Saitama para no sufrir daños, y por ende de su apatía frente a la vida; al mismo tiempo que se usa para narrar su día a día como civil, por fuera de salvar el mundo.
En cuanto la animación, se nota que estamos ante un producto del 2015, así que todo se ve bien pulido y definido, sin ninguna imagen cringe como solían tener los anime de antaño. Además, que se complementa muy bien con la música. En ese apartado, atentos el soundtrak de la intro, una delicia.
One Punch Man es el anime perfecto para aquellos que son ajenos a este medio. Con una primera temporada de doce episodios, se presta para los fans de cualquier género para que se adentren a este mundo, que, por experiencia propia, les digo que es un viaje de ida…