El pequeño Carlos acaba de quedar huérfano tras la muerte de sus padres debido a la Guerra Civil Española. Ahora en el orfanato, pasa el día a día junto con otros niños en su misma situación. Pero no están solos, además del violento y ambicioso conserje, en el lugar habita un fantasma de otro chico huérfano.
Hoy en retro review, vamos a hablar de una película que cimentó la actual exitosa carrera de Guillermo del Toro como director, y que cuenta con varios factores que terminarían siendo habitué en toda su filmografía, como, por ejemplo, un elemento sobrenatural que no termina siendo del todo malvado para con el protagonista.
Lo primero que destaca de El espinazo del diablo, es el contexto histórico elegido por Del Toro. Es algo que veríamos con posteridad en otras películas, pero el hecho de situar todo en la Guerra Civil Española, le da una excusa perfecta para poder aislar a los chicos y centrarse en un puñado de personajes, que viven en su micro mundo, con solo uno o dos de ellos en contacto con el mundo externo a las paredes del orfanato.
La otra es de darle el protagonismo a los chicos. No solo porque los nenes resultaron ser buenos actores, sino porque al ver toda la trama a través de sus ojos, todo cobra un aire a fábula infantil más que a mera película de terror; algo que se vería llevado al extremo y sin sutilezas en la genial El laberinto del fauno.
La película también suma bastante enteros al ver las actuaciones. Desde los consagrados Federico Luppi o Eduardo Noriega, pasando por el grupo de chicos, del que al menos quien les habla, nunca supo que fueron de sus carreras. Si bien tenemos al protagonista Carlos, la mayoría de los niños se luce y ninguno da chirria; algo bastante extraño, más tomando en cuenta que son al menos seis los nenes que componen al grupo principal.
Si buscamos algún punto flojo del film, podríamos decir que los personajes no tienen grises, son todos o muy buenos o muy malos, siendo únicamente uno de los chicos quien tiene un arco de maduración y que, gracias a un flashback, entendemos porque deja de ser tan hosco para comenzar a sociabilizar con nuestro protagonista.
El espinazo del diablo es una de las películas mejor planteadas por Guillermo del Toro antes de su gran llegada a Hollywood. Con un ritmo ágil, grandes actuaciones y un speech final que va a quedar en la memoria de todos los espectadores, es una recomendación segura para aquellos que aun no se adentran en su cine pre yankilandia.