Pasaron 7 años desde que los fragmentos de un meteorito, irradiaran a los insectos y demás bichos del planeta y los volviera monstruos gigantes. Ahora lo que queda de la humanidad, se la pasa refugiada en bunkers subterráneos, hasta que nuestro protagonista, Joel, cansado de su vida monótona, decide salir a la superficie para ir al bunker de su novia.
Seguimos sin cines por estos lares, así que les seguimos hablando de películas para ver por ahí en internet. Y hoy toca comentar sobre uno de los films mas tontos, pero a la vez divertidos y sinceros, que vimos en las ultimas semanas. Hoy toca comentar Love and Monsters.
Lo primero a destacar es que los efectos especiales, son sorpresivamente buenos para un film de corte mas independiente, que no cuenta con una gran productora y presupuesto detrás. Así es como veremos a los insectos mutados gigantes sin ningún tapujo o tratando de ser ocultados para disimular un mal CGI. Algo que se agradece, porque el diseño de las criaturas es bastante convincente, eso sí, si son “insectofóbicos”, van a padecer este film.
También suma bastante el como manejaron el humor. Sabemos que la película se prestaba para gags bastantes ridículos y que rozarían la vergüenza ajena, pero por suerte eso no pasó. Si, los chistes no son muy complejos, pero tampoco tratan al espectador como idiota, y pese a que nuestro protagonista nunca se nos presenta como un Rambo, tampoco se comporta como si tuviera el cerebro de un mosquito. Además, que el actor Dylan O´Brien le da bastante humanidad a su personaje, volviéndolo alguien creíble y querible.
Pero quien se luce más que nadie, es Michael Rooker. Con apenas unos quince minutos en pantalla, logra comerse la película interpretando al típico mentor bad ass, pero de buen corazón. Un personaje que al actor le cae como anillo al dedo, y que, pese a no exigirlo demasiado, todos sabemos que el ex Yondu puede interpretar casi con los ojos cerrados.
Poco mas queda para agregar de Love and Monsters. Como dijimos, la película parte de una premisa absurda, pero se aferra a ella y logra volverse entretenida; y, sobre todo, presenta un universo muy fácil de expandir ya sea en libros, comics, secuelas o videojuegos; algo que sabemos que nunca va a pasar. Pero que no sería mala idea.
(3,5 / 5)