Shaun vive en una rutina de la que no puede, o no quiere salir. Es esa misma rutina la que lo hace estar estancado en un trabajo monótono, seguir viviendo con su amigo, tener un trato distante con su madre, e incluso poner en jaque la relación con su novia. Cuando su vida no podía ir peor, un apocalipsis zombie se hace presente en las calles de Londres.
Hoy toca hablar de una película perteneciente a una trilogía que me encanta, que es La Trilogía del Corneto; dicha saga está compuesta por tres films que no están conectados, salvo porque los protagonizan y realizan las mismas personas, aparte del cameo del dichoso helado. Empecemos por comentar la primera de estas tres cintas, Shaun of the dead.
Lo primero y mas destacable de esta película, es lo bien que maneja la coherencia en su propio relato, pese a meter un evento sobrenatural como los zombies. Simplificando, Shaun empieza siendo un tipo promedio sin ninguna habilidad física, y no demasiado sobresaliente a nivel intelectual; y termina de la misma forma; logrando llegar vivo al final, por mera suerte (y porque los zombies se comen a la mayoría de sus compañeros). En ningún momento lo vemos convertirse de la nada en un gran estratega, o un Rambo que sabe usar armas de fuego.

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Shaun Of The Dead, Kate Ashfield, Simon Pegg
Film and Television
Esto hace que como espectadores nos sintamos muy identificados con Shaun, y que, pese a que la película sea una comedia, los momentos tristes (que los hay) nos impacten bastante; porque no solo el protagonista está bien construido sino todos los secundarios; incluso los que menos aportan a la trama, como por ejemplo el compañero de casa que tienen el ya mencionado Shaun y Ed, su amigo.
Pero como estamos frente a una comedia negra, vale mencionar el buen manejo del humor. Ya sea simplón como caídas (bien puestas, que no dan vergüenza ajena), hasta gags mas elaborados utilizando a los propios muertos como remates de algunas escenas. Y, además, toda la historia viene acompañada de un factor homenaje que respeta mucho al trabajo realizado por directores emblemáticos del sub genero zombie como George A. Romero o Lucio Fulci.
Esta película resultó la carta de presentación fuera de Inglaterra, tanto para Simon Pegg como para Edgar Wright. El primero dándose a conocer como un humorista sensible, que no necesita de tirarse pedos o hacer ruidos/hablar de forma rara para intentar hacer reír, sino que se valía de su simpatía con el espectador. Wright, en cambio mostrando tanto en su escritura, como en su montaje de dirección, un estilo muy dinámico y ágil, haciendo entretenidas escenas super simples como las de repasar un plan que culmina con un grupo de gente yendo a un bar.
A día de hoy, y después de dieciséis años de su estreno, Shaun of the dead está considerada una película de culto. Tanto por su humor, como por sus personajes y dirección, se logró hacer un hueco en el corazón de los fans tanto de las comedias como del terror. Y bien merecido que lo tiene.