Cuando los hunos invaden al Imperio Chino, el emperador decreta que cada miembro de todas las familias, tiene que ceder a un hombre para formar al ejercito defensor. Pero Mulan, al ver que su padre no está en condiciones de combatir, decide hacerse pasar por un varón y tomar el lugar de su progenitor, con todos los riesgos que esta mentira puede traer para su familia.
Y finalmente llegó el día. Después de muchos retrasos, al fin podemos ver el live action de Mulan. Pero debido a las postergaciones, el hype que había cuando se anunció el film, se había perdido casi en su totalidad, y el hecho de que las primeras reviews no fueran del todo positivas, no nos vaticinaban nada bueno. Y no estaban tan errados.
Si tenemos que hablar de las cosas malas de Mulan, lo que primero salta a la vista, es que la película carece de una falta de personalidad absoluta. Y esto no lo decimos por la ausencia de Mushu o de las canciones (algo que quien les habla, celebra); sino que el film parece uno mas de esos proyectos realizados en China, genérico a más no poder, y que llegan a nuestros monitores en épocas donde no hay nada mejor que ver.
Pero tampoco estamos ante el desastre que muchas personas anticipaban, o están diciendo. La protagonista, Yifei Liu, logra cargarse de forma casi perfecta todo el peso dramático del film. Y eso es algo para aplaudir, porque la pobre chica tiene que interactuar durante toda la película con unos secundarios que dan bastante vergüenza ajena. Y esto no lo decimos por la construcción de dichos personajes (que, si miramos bien, podemos ver sus equivalencias con sus yo animados), sino porque los actores parecen casi amateurs; siendo solo Donnie Yen y Tzi Ma los únicos que se salvan. Ah, sí esperan ver mucho de Yet Li, vayan olvidándose.
Pero para no extendernos demasiado, donde mas se nota lo “del montón” de la película, es en lo barata que se siente. Otros live action de Disney vistos hace poco, como Aladdin o Dumbo, mostraban una producción digna de la empresa que las está haciendo, pero eso no sucede con Mulan. De hecho, en los combates entre ejércitos, se ven apenas unos cincuenta extras. Cuesta creer que esto fue pensado para estrenarse en cines.
Mulan es una película bastante olvidable. Y al menos desde esta página, nos queda la sensación de que la película una vez que se supo que no iba a salir en cines, sufrió un proceso de re edición, dando como resultado la ya mencionada “película china genérica”. Una lastima que, tanto por esta dedicación, como por la pandemia, se desperdiciara el enorme potencial que tenía Disney entre manos.
