Basada en el clásico literario de Louisa May Alcott, narra las vivencias y aventuras
cotidianas de las cuatro hermanas March, desde que son niñas y su padre se encuentra
peleando en la Guerra Civil de Estados Unidos, hasta siete años después cuando ya todas
son mujeres hechas y derechas. La principal, Jo March, sueña con ser escritora, y funciona
como alter ego de Louisa May Alcott, que se basó en su propia vida. Las hermanas son
vecinas de un hombre rico cuyo hijo Laurie, bohemio y holgazán, se hace amigo de ellas.
Laurie se siente atraído por Jo, pero ella no está realmente interesada en los hombres o el
matrimonio.
No he leído la obra literaria ni vi alguna de las adaptaciones anteriores, así que no puedo
dar fé de la fidelidad o no con respecto a la obra original. No obstante, sin saber nada,
considero que la historia funciona. Desconozco cuánto se ha aggiornado la obra para
reflejar temas actuales (la agenda feminista, principalmente), pero no se nota nada fuera de
lugar. La película está atravesada por el zeitgeist contemporáneo sin quedar anacrónico.
Los giros románticos de la trama también están bien colocados, son convencionales pero
efectivos.
Las actuaciones son lo mejor de la película. Del elenco se lucen especialmente Saoirse
Ronan, Florence Pugh, Laura Dern y, especialmente, Timothée Chalamet interpretando a
Laurie. Me era imposible no ver la performance de Chalamet y pensar que estaba viendo a
un joven Tom Hiddleston.
No obstante, los méritos de la película se ven opacados por una decisión de realización
poco feliz. La película comienza en el momento en que ellas ya son adultas y salta en el
tiempo a siete años atrás. Luego la película se desarrollará en un montaje paralelo entre el
«presente» del relato y los siete años en que transcurre la narración. Esta estructura se
vuelve confusa. No hay índices que señalen claramente a qué período narrativo
corresponde cada escena, ni desde la fotografía ni desde el arte ni desde la edición. No
ayuda que las actrices que hacen de ellas de niñas y de adultas sean las mismas. Y a
medida que la trama del pasado va alcanzando la del presente se vuelve más confuso y uno
ya no puede ni guiarse por el corte de pelo de las protagonistas.
El recurso del montaje paralelo en sí no debería ser problemático, pero en Little Women
está ejecutado de forma desprolija, atentando contra el ritmo y la estructura del relato. Sería
interesante que en esta época de ediciones especiales para blu-ray se hiciera una versión
con narración lineal para poder compararlas. Estoy seguro de que el resultado justificaría
más la presencia de la película en cuánta entrega de premios hay.
