Ya hace unas semanas Netflix estrenó en su catálogo La Ira de Dios, una película argentina encabezada por uno de los actores más populares y queridos del país, como lo es Diego Peretti. Pero con el paso de los días, poca gente fue comentando dicho proyecto. Veamos el porqué.
La historia sigue a Luciana, una joven secretaria del famoso y millonario escritor de policiales Kloster. Luego de un incidente de acoso, Luciana decide ponerle una demanda a su ex jefe, lo que desencadena en el homicidio y posterior suicidio de la esposa de este último. Pero eso solo será la punta del iceberg para Luciana.
Como podrán notar, estamos ante un policial, pero de esos donde el misterio brilla por su ausencia debido a lo previsible que se vuelve todo. Y lo peor es que ese no es el mayor de sus problemas. Así que mejor empecemos por las actuaciones.
Por un lado, tenemos a los actores más conocidos de todo el elenco, como son Diego Peretti y Juan Minujin. Del primero, la verdad es que asombra ver el nivel que entrega en esta película, porque durante la hora y media de metraje, tiene la misma cara. No sabemos si esto fue decisión del director, o que solo el actor no se comprometió mucho con el proyecto. Mientras que de Minujin, es quien mejor sale parado; aunque su personaje mejor lo dejamos para después. Pero quien de verdad ni de cerca está a la altura, es Macarena Achaga. Se nota que el rol protagónico le quedó enorme, y nunca nos logra transmitir lo que de verdad su personaje está sufriendo. Pésimo trabajo de la chica.
Habrán visto que al inicio hablamos de los clichés. Bueno, ahí tenemos a Minujin en el rol del periodista comprometido que, por algún pecado del pasado, ahora es un borrachín maltratado por todos sus compañeros; algo nunca visto en el cine… pero de verdad lo que causa gracia, es como en el cine argentino se sigue usando al personaje del escritor multimillonario que solo vive de su obra. Si conocen algún caso de la vida real donde dicho autor no tenga que irse al extranjero, o tener otros trabajos para poder llegar a fin de mes, me avisan.
Pero no todo es un desastre en La Ira de Dios. Algún que otro momento si logra crear incomodidad, más por la situación que por las actuaciones. Pero son chispazos a lo largo de una trama que como dijimos, es previsible y plagada de lugares comunes en el cine norteamericano, pero puestas en un producto argentino.
En conclusión, La Ira de Dios es un film mediocre, que no solo no propone nada a nivel cinematográfico, sino que carece de toda identidad. Podría haber salido algo interesante si alguien se acordaba que estaban filmando en Argentina, pero no…
5/10