Cargando...
Retro review

Retro review: Matar a la bestia

Un viaje hasta una zona fronteriza, una búsqueda que parece no llevar a ningún puerto, leyendas folclóricas y despertares sexuales.

Matar a la bestia es la ópera prima de Agustina San Martín donde la presencia de mujeres se hace ver en un primer impacto, dejando a los hombres en un segundo plano o cuasi desdibujados. De esta manera, nuestra protagonista Emilia (Tamara Rocca) se refugia en el hotel-albergue de su tía Ines (Ana Brun) en busca de su hermano perdido. Sin comunicación inalámbrica, aislada de la sociedad, rodeada de una inmensa jungla, esta joven comienza a adaptarse hasta que la llegada de una nueva inquilina (interpretada por Juliette Micolta) la ayudará a lidiar con los temores internos ¿prejuicios quizás? para enfrentarse a su pasado y poder matar, por su cuenta, a la bestia que deambula en el lugar. Pero ¿qué sucede cuando este enemigo parece tomar la apariencia de diferentes animales?

Yendo a lo técnico, no hay sonido extradiegético. Todo lo que oímos es lo que capta la cámara. La fotografía de Constanza Sandoval predomina los tonos verdosos que le ofrece la selva argento-brasilera y el recurso de planos cerrados nos provocará calor y asfixia, empatizando con los personajes en cuanto a sensaciones. Este detalle me hizo recordar al utilizado en La ciénaga de Lucrecia Martel, desconozco si hay alguna referencia a ella aunque podría funcionar como una buena referencia.

En fin, este drama de 79 minutos es de ritmo lento, con una impronta interesante y cuando todo empieza a cuadrar, estaremos llegando a la recta final. ¿Un plan de venganza o un viaje de autodescubrimiento? La última palabra será nuestra.

7/10

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *