La productora A24 se ganó, a base de buenas películas, una muy buena reputación estos últimos años. Es por eso que sus recientes estrenos están siendo tan esperados por los cinéfilos. Y si encima, a eso se le suma una trama bizarra como en el caso de Lamb, el hype no se iba a hacer esperar. Empecemos.
La historia nos sitúa en la campiña islandesa. Una pareja sin hijos vive criando ovejas en su pequeña granja. Un día sucede algo misterioso, y la pareja es “bendecida” con una nueva hija, hasta que llega el hermano del esposo para complicar todo.
Como nos tiene acostumbrados A24, Lamb va casi en contra de lo que viene siendo el grueso de cine mainstream que nos llega desde Estados Unidos. Y si ya veníamos de The Green Knight donde los personajes apenas hablaban, prepárense para esta película, que se acerca más a lo realizado en A Ghost Story.
Pero en esta ocasión, creemos que se les fue la mano. Entendemos los pocos diálogos, o que durante muchos tramos al inicio “no pase nada”, todo usado como herramienta para mostrarnos los aislados que viven los protagonistas. Pero esto no justifica que la trama tarde casi media hora en comenzar. Y esto lo decimos porque no todos los espectadores van o deben tener la paciencia para que no se les este contando casi nada durante media hora.
A esto hay que sumarle que la mayor sub trama de la película, no aporta nada. Amagan a que el asunto se encamine hacia determinado rumbo primero con algo, y después se insinúa un affaire, pero en pantalla no se ve ni lo uno ni lo otro, y el personaje del cuñado termina siendo puro y mero relleno. Bien encubierto, pero relleno al fin.
Pero para compensar esto tenemos las actuaciones. Tanto Noomi Rapace como su co protagonista (que no pensamos escribir ese nombre que nos va a provocar artritis en los dedos) lo hacen muy bien, tanto vendiéndonos que son una pareja que lleva años juntos en una vida rutinaria, como en la soledad que sienten. Lo mismo al hacer creíbles sus reacciones cuando pasa el elemento que los saca de su zona de confort. Gran dupla.
El otro punto a favor es la fotografía. No sabemos cuanto retoque digital hubo, pero la película se ve hermosamente triste y solitaria; transportándonos de forma inmediata a esta granja alejada de todo y todos; casi como si estuviera perdida en el medio de la montaña.
En conclusión, Lamb es una buena película, pero ni de cerca es la mejor que hizo A24. Quizás sea el primer llamado de atención de que esta productora no es infalible, y que como todo en el mundo, no es perfecto. Ahora solo queda esperar a su próximo proyecto para ver con que otra bizarreada nos salen.
7/10