Seguimos con nuestras reseñas literarias, y hoy toca hablar de uno de los últimos libros escritos por el maestro del terror, Stephen King. Estamos hablando de Después, una novela que vuelve a traer al maestro por la buena senda.
La historia se centra en Jamie, un niño que vive con su madre, una editora de libros. A lo largo de la novela, vemos varios años de su vida, mientras lidia con un don/maldición que posee desde que nació: poder ver a los muertos.
Si, ya sabemos, es casi la sinopsis de Sexto Sentido de M. Night Shyamalan. De hecho, en la propia novela King hace referencias al film, ya que todo está relatado en primera persona, casi como un diario íntimo de nuestro protagonista. Y acá es cuando libro y película recorren sus propios caminos, y así, King evitando que lo tilden de plagiar.
Como también se puede ver, el libro tiene su sello característico. Una familia disfuncional (en este caso una madre soltera), con un niño protagonista que tiene habilidades sobrehumanas. Pero no mal entiendan, la sinopsis puede parecer un coming of age bastante light, pero en realidad estamos ante una historia de terror hecha y derecha.
Aparte que la novela, pertenece al “kingverso”. Si son lectores asiduos del escritor, podrán notar palabras, personajes o rituales característicos en su bibliografía. Por eso es que cierto giro del final, se siente un poco desaprovechado, con King, pudiendo haber utilizado algún personaje de otra novela ahora ya crecido, para que cumpla determinado rol en la trama que escribió esta ocasión.
Por desgracia este desperdicio de oportunidad llega al final, con King volviendo a caer en otro sello de su autoría, un final medio pelo no acorde al resto de la historia. Y eso que estamos hablando de una novela que no pasa de las doscientas cincuenta hojas. Una pena, porque de no haber pasado eso, podríamos estar ante una de las novelas del maestro, ideales para recomendar a quienes quieran iniciarse en sus historias.
En conclusión, Después es una historia con muchas cosas que abundan en la literatura de Stephen King, y que, gracias a su duración y sencillez para leer, es bastante recomendable para quienes quieran algo simple y pasatista, mientras esperamos el próximo bodoque de mil hojas que pueda llegar a regalarnos el autor.
8/10