Artemis Fowl es un magnate millonario y coleccionista de arte, que un día es secuestrado al mismo tiempo que es acusado de farsante y ladrón. Su hijo, del mismo nombre, deberá adentrarse en un mundo oculto y fantástico para conseguir un podero objeto para poder intercambiarlo por la libertad de su padre.
Pensada para estrenarse en el cine, pero debido a la pandemia mundial, ahora con estreno en Disney+, llega a nuestras computadoras y televisores Artemis Fowl, una película que si todo hubiera salido como se tenia planeado, seguramente a fin de año terminaría en las listas de lo peor del año.
Artemis Fowl padece lo mismo que las últimas películas de Disney que no pertenecen a universos compartidos, o que son remakes live action de clásicos animados: es decir, una total falta de identidad. Una vez mas tenemos un pastiche que mezcla ideas de otras cintas, mientras se desperdicia a actores de renombre.
Así es como tenemos que ver a Judi Dench en otro desastre cinematográfico en menos de seis meses; diciendo diálogos que dudamos que haya entendido que significaban. O un desperdiciado Colin Farrell, que se salva del desastre porque su personaje sale poco y nada. Como pasaba en films anteriores de la productora, el protagónico cae en los actores más jóvenes, que, por desgracia, deben haber sido parientes de algún productor y por eso consiguieron sus roles, porque sus dotes actorales son nulos.
Pero lo peor de Artemis Fowl no es eso. Lo peor es que estamos ante una copia descarada a Hombres de Negro. No sabemos si el material original es tan similar a la franquicia recién citada; pero acá vemos como de forma oculta, se encuentra un mundo de criaturas fantásticas donde son controladas por una entidad gubernamental que hace las veces de policía de estas especies ¿Les suena parecido a una agencia de seguridad que controla el trafico de extraterrestres en la Tierra? Tranquilos, que ni se molestaron en que los personajes no usen gafas al más puro estilo Agentes J y K…
A esto debemos sumarle que, en el apartado visual, la película se queda mucho a deber. El cgi se ve bastante feo y salta a la vista casi en todas las secuencias; secuencias que además no logran emocionar pese a que intentan ser espectaculares. Pareciera que la propia productora perdió el interés en su cinta cuando supo que no iba a estrenarse en el cine.
Artemis Fowl debería ser el punto culmine para que Disney se replantee el rumbo que tienen sus películas live action. Con casi nada a destacar, recomendamos casi cualquier cosa que encuentren en internet.
